La libertad es un concepto bastante particular, creo que la
mayoría nos sentimos libres, dueños y soberanos de nuestra propia existencia y
destino, pero realmente somos todos esclavos. Somos esclavos de nuestras
emociones, de nuestros pensamientos, de nuestros miedos, de la angustia, de
nuestro pasado, del que dirán, no existe tal cosa como la libertad pura, es solo
cosa de pensar un poco para descubrir que nos encontramos irremediablemente
atados y a merced de algo más.
Soy una idealista, una soñadora, y una romántica quizás, y
por lo tanto esclava absoluta de mis emociones y mis sueños. Soy esclava de mis
principios, y aunque algo me haga dudar, sus cadenas son mucho más fuertes.
Tengo al menos la fortuna de que mis dictadores provengan exclusivamente de mi
misma, pero hay otros que no tienen la misma suerte.
Para qué vivir en función de lo que los demás crean?,
especialmente de aquellos que no tienen ni una puta idea de quienes somos, si
ni siquiera nosotros hemos terminado de averiguar la verdad sobre nosotros
mismos, quién es el resto para opinar?. Una opinión es eso, nada más, y ahí
debe morir.
Si no somos libres, entonces al menos, seamos sólo esclavos
de nosotros mismos.