No suelo hacer esto, pues la verdad no me agrada mucho, pero en vista de que tengo un tiempo de sobra antes que comience el nuevo año, voy a tomarme un par de minutos para evaluar este año que ya está por terminar, y expresar mis deseos para el que comienza.
El 2011 fue un año que parecía traer muchas alegrías para mi vida, pero a pesar de que uno de los sueños más grandes de mi vida se cumplió, me vi envuelta en una serie de sucesos que no llenaron mis días de risas, sino por el contrario. No quiero quejarme ni nada por el estilo, estoy segura que mucha gente tuvo un año peor que el mio, y no quiero sonar mal agradecida, pues a pesar de no haber sido el mejor de los años, mi vida está llena de bendiciones por las que debo agradecer cada día.
Este año me apaleó como ningún otro, pero supe levantarme. Las cicatrices que me deja el 2011 permanecerán en mi piel por siempre, pero no como un recordatorio del dolor vivido, sino que como un llamado de atención para mi vida y como una marca de lo aprendido.
Creo que no puedo dejar de agradecer a mi familia, los que me demostraron que sin importar lo que esté pasando, siempre estarán conmigo, en especial mi madre, la que en mis momentos más oscuros estuvo para sostener mi mano y mostrarme que todavía quedaba un poquito de luz.
También debo agradecer por las grandes personas que conocí a este año, a quienes creo que no necesito nombrar. Dar gracias también a aquellos amigos incondicionales que estuvieron conmigo aunque fuera en la distancia, y que estoy segura, seguirán estando siempre.
Para el año que comienza tengo puestas todas mis esperanzas. Deseo de todo corazón poder empezar desde cero, dejar el 2011 atrás como un recuerdo y una etapa de crecimiento personal, pero mi gran anhelo es comenzar una nueva vida, con una actitud distinta, mejorada, pero con la misma esencia de siempre.
Un gran saludo para todos aquellos que me quieren, créanme que es mutuo, y probablemente más aun.
Feliz año para todo aquel que lea esto, y un brindis por los nuevos comienzos. Salud!